miércoles, 25 de mayo de 2011

jueves, 19 de mayo de 2011

El alma de los árboles.

El alma de los árboles es un sueño y una ilusión, el intento de ser uno mismo en medio de un bosque talado, que deja paso al desierto. Un viaje sobre la nube fingida de los sueños empujada por un viento que amenaza tormentas. Una cumbre nevada que derrite el sol. Un río que desciende a desembocar en una mar de ausencias, es un naufragio y una liberación, un anhelo por vivir y morir en el intento. Una resurrección y una muerte, una caricia afilada como una cuchilla, una explosión en mitad de la noche como una guerra inconsciente, una bandera blanca en mitad de la batalla.
Es el misterio de un imposible de carne y hueso cuyo abrazo me hizo nacer de nuevo y vivir cada instante como una eternidad. Es un nudo en el estomago que me ata al silencio y me esclaviza, una agonía perpetua que vino de repente y detuvo el reloj de las apariencias. Unos ojos que me vencieron y me regalaron el arte de todos los estilos en el sortilegio de mis dedos, la inspiración perfecta cuyo nombre, quisieron los dioses y los genios, llamarla simplemente belleza. Emergió de las tempestades como Neptuno al acecho de una Venus desnuda y mecida por el viento, cuyos senos lamí sin recato hasta embriagarme de todos los sentidos. Se precipitó de su vuelo como Ícaro incendiado en el reverso de sus sueños. Como Ulises embrujado por el canto de las sirenas en una isla desierta buscando el tesoro del amor. Subyace en la idea de lo que uno siente y tiene la necesidad de contar, como uniendo las piezas de un puzzle imposible de juntar, intentando dejar rienda suelta a la imaginación por no perderse, por hallar el camino y obtener resultados en este peregrinar por la vida. Es un Camino de Santiago en la edad media de uno mismo, escribiendo versos dentro del románico de mis huesos, queriendo romper sus muros y escapar, quemando iglesias, levantando castillos. Fingiendo dragones donde no los hay, pero cuyo fuego me quema por dentro.
El alma de los árboles también es una traición repetida cien veces y cien veces perdonada en el abrazo lívido y con un beso del alma. Un arrebato, la locura. Es una Capilla Sixtina a medio pintar, un horizonte enrojecido, un guiño del firmamento, un David de mármol recién esculpido, las sensaciones que de repente te despiertan a la vida, te desabrochan el alma y te deja desnudo en medio de la multitud. Un San Francisco de Asís rodeado de lobos, dándoles de comer, dejándose devorar por dentro para la resurrección de la risa. Es el relato de una Odisea, un viaje en el tiempo y en el presente, a través de los siglos y de los días.
En un intento de encontrarme a mi mismo en esta derrota que arrastro y que no me deja levantar cabeza, me obliga en cierto modo a desnudarme a la intemperie y dejar que la lluvia me cale por dentro, para echar raíces de este árbol y crecerle sus frutos. La vida es evolución, espacios y vacíos que llenar de más espacios como muñecas rusas. Errores y piedras en el camino que te hacen tropezar una y otra vez y que a medida que pasa el tiempo se hace más difícil el levantarse pero, aunque la derrota duele, el camino sigue su curso y nunca sabes que te vas a encontrar detrás la próxima colina. La terapia de estar con uno mismo y decirme las cosas que yo solo puedo decirme. De alguna manera quiero matar los monstruos que me acompañan para ser libre en este tiempo de crueldades, en este tiempo de jolgorios incontrolados, de tantas soledades en multitud. Y hacer poesía de las piedras que como proyectiles lanzo contra los muros de la intolerancia.
Una blasfemia contra los dioses y sus conjuros. Arremeto contra un principio de milenio cargado de despropósitos. De nuevo las cruzadas y los integristas exhibiendo sus mentiras a golpes de sangre, en una nueva Edad Media que es la Globalización. Hoy los tiranos extienden sus garras asesinas por todos los rincones del planeta, nuestro bienestar es el hambre de millones de seres humanos condenados al olvido nada más nacer. Vasallos y señores feudales, la peste o el sida. La saturación de información hace que carezca de importancia la información misma y nadie se escandaliza ya de nada, es el fin de la historia en el caos de los valores, la guerra produce millones de dividendos que equilibran los mercados, como hace mil años, arrasamos poblados y nos sumergimos en internet como monjes evadiéndonos del absurdo con otro absurdo: la realidad virtual.
Piedras contra los que oprimen, dominan, engañan y explotan conciencias y libertades, contra los que fingen la ayuda y el amor como asesinos de palomas que nada respetan y todo lo quieren. Contra los pederastas de la inocencia, contra ellos siempre mi puño con estas letras, mi rabia y mi impotencia.. Si algo tengo claro es que no voy a perder ni un grado más de dignidad y que las ramas de este árbol seguirán extendiéndose en el viento echando raíces profundas, diciendo lo mío a tiempo. El alma de los árboles.
(Año 2005)

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El 15 de Mayo del 2011, cientos de miles de individualidades, de indignaciones, salieron de la red y le pusieron rostro al descontento. La voz del pueblo contra los Banqueros, la parsimonia de los políticos, los que corrompen nuestros sueños y nuestro futuro, especuladores trajeados, ladrones de la ilusión, los auténticos parásitos y delincuentes. En España, hoy, la esperanza acampa en las plazas de todas las ciudades reivindicando futuro, el derecho a vivir con dignidad, democracia real ya. Con la imaginación, creciéndole ramas a los árboles.